Espacio POLO Comunitario-Valle
Construyendo Unidad desde Abajo!
Indignados vamos al III Congreso del PDA
LA EXPLOSIÓN DE LAS TENDENCIAS O
LA FRAGMENTACIÓN DEL POLO
OTRA OPORTUNIDAD PERDIDA ¿HASTA CUANDO?
Y es una lastima, pues constituye el último gran intento posible hasta ahora, por construir una alternativa de izquierda con eco en el movimiento social y en la opinión publica. Esta, como las anteriores frustraciones tienen como telón de fondo, los liderazgos con intereses particulares por encima de los intereses colectivos; una izquierda sin consistencia ideológica, sin capacidad para unirse y organizarse y mucho menos en esas condiciones, para incidir de manera decisiva en el pueblo y en la construcción de un nuevo país.
La falta de consistencia ideológica, política y organizativa no le permitió al POLO constituirse como un Partido serio, con unos intereses estratégicos claros y una propuesta programática que le permitiera saber que es y que no es, quienes son sus militantes y quienes sus aliados; quienes sus amigos y quienes sus enemigos. Quiso ser de todo y termino siendo un mercado persa, sin identidad, sin unidad, sin organización, sin autoridad, sin orden, sin prioridades. Con grandes personalidades, pero sin capacidad colectiva.
La propuesta impuesta desde arriba por los lideres con intereses propios, de partidos y de tendencias, no le permitió organizativamente saber que era; si un Partido, si un frente político; si era una unidad o una alianza; si su propuesta era de izquierda o centro-derecha, o solamente de oposición. Se lo comió el postmodernismo.
El POLO surgió básicamente desde sectores políticos y sindicales que querían hacer política, como una alianza electoral con propósitos de unidad, pero no pudieron pasar de lo primero, que quisieron llamarse Partido sin poder serlo, por lo menos desde una perspectiva de izquierda; pero además, por su inconsistencia ideológica y organizativa se convirtió a nivel nacional en escampadero de todas las vertientes políticas y de casa de avales, donde todo el que quería hacer carrera política y no encontraba espacio por otros lados. Por eso el desfile a nombre de la izquierda de personajes como Javier Cáceres, los Moreno Rojas, los Daniel García Peña, etc.
No pudo ser Partido porque estaba compuesto de partidos de "vanguardia" que a pesar se su compromiso inicial se negaron a disolverse, como el partido Comunista, el Moir, que lo que buscaban además de aliados para la participación electoral, era posicionarse y ganar adeptos para su propia causa; y de lideres como Garzón, Petro, Navarro y los Moreno Rojas, que eran vanguardia ellos mismos y como tales no aceptaban ninguna autoridad colectiva y por eso terminaron en los cargos públicos a los que llegaron con los votos del POLO, haciendo una representación y una gestión de gobierno a titulo personal, sin ninguna incidencia del POLO como organización.
Crear un Partido de tendencias para una izquierda tradicionalmente proclive a los personalismos, a los intereses particulares y a la división como la colombiana, era crear un espacio al oportunismo y al divisionismo, como en efecto lo ha sido.
A nombre del espíritu de las tendencias, cada cual hace lo que quiere, las alianzas que quiere, con quien quiere, sin ningún principio ni coherencia política y programática, mas allá de los intereses electorales y así hemos visto sectores que dicen ser del POLO, aliados a sectores de derecha y a otros de dudosa reputación.
En este triste episodio y cuando las contradicciones se agudizan, cada cual sencillamente hace rancho aparte, los unos pegan para los verdes, los otros para los progresistas y mas recientemente con el surgimiento de Marcha Patriótica se desconocen nuevos procesos. La diferencia es que unos lo hacen desde posiciones de derecha, de centro o de izquierda y así lo seguirán haciendo, sino no se reglamenta la doble militancia.
La doble militancia siempre ha existido en el POLO, sin que la del POLO sea la principal. La existencia de tendencias, con estructuras organizativas y plataformas políticas propias, así lo confirma. Pedir disciplina de Partido a tendencias con organización y posiciones políticas independientes es pues una absoluta contradicción.
Mientras el POLO no cambie su concepción organizativa y programática y pueda definir con toda claridad y de manera consecuente si es un Partido de Izquierda, o es un frente o es una simple alianza electoral, seguirá dando palos de ciego y autodestruyéndose.
Solo cuando el POLO pueda definir quien es, sabrá quienes son del POLO y quienes son sus aliados, pues en el contexto actual todo el mundo dice tener razón y nadie sabrá a que atenerse.
LA HORA DE LAS DEFINICIONES EN EL POLO
Porque la crisis del Polo toco fondo, no podemos ahora hacer de una vez y a la fuerza lo que hace tiempo debimos hacer: definirnos, y que cada cual ocupe el lugar que le corresponde.
El escenario tiene que ser el próximo Congreso, no puede ser otro. En este momento no hay instancia de dirección con la suficiente legitimidad, ni autoridad para desconocer ni expulsar a nadie, intentar hacerlo es declarar el acta de defunción del POLO y hacer que este proceso quede reducido a un pequeño grupo, sin intentar siquiera salvarlo.
El III Congreso es la instancia de decisión más democrática y decisiones como las que están planteadas tienen que ser tomadas con la más amplia participación de quienes hemos asumido la causa del POLO como propia, mucho más allá de las militancias en épocas electorales.
La convocatoria y elección de los delegados de este Congreso debe garantizar la representación de todos estos sectores, con generosidad y que se imponga la mayoría. Repudiamos las exclusiones, el no respeto a los debidos procesos y las decisiones arbitrarias y contrarias a unos mínimos éticos.
Tenemos que decidir la naturaleza organizativa del POLO. Que nos permita superar esa precaria alianza electoral que le dio inicio, y esa división estatutariamente establecida de las tendencias, que es la que ha permitido las confusiones y confrontaciones últimas.
Necesitamos unas nuevas reglas de Juego. Si definimos el Partido que somos, cual es su causa y cuales son los requisitos para pertenecer a el, definiremos alrededor de que nos unimos, con quien y alrededor de que nos comprometemos y así se nos podrá exigir disciplina; los que estén de acuerdo se quedan, los que no salen del Partido, sin necesidad de matarnos entre nosotros para ver quien se queda con los restos del POLO.
Es necesario definir una política de alianzas que no pasan por las elecciones, sino por los intereses estratégicos que queremos asumir; porque sabiendo de que lado estamos, sabemos cuales son nuestros aliados naturales. Confundir la política de unidad que caracteriza un Partido, con la política de alianzas que caracteriza una alianza estratégica o frente político, es lo que ha tenido confundido, enredado y dividido al POLO al punto de tenerlo al borde de la extinción.
Desde un FRENTE si podemos asumir las alianzas electorales, que es lo que a muchos que están hoy en el POLO mas les preocupan, pero lo primero es lo primero: la definición política, la organización y la participación electoral y no al revés, es el orden de prioridades. Naturalmente en orden a la participación electoral y en la administración pública hay que redefinir las relaciones de los elegidos y sus gestiones con la organización y sus compromisos con ella.
Hay que construir el camino para salvar lo que queda del POLO, la pugnacidad es para quienes solo quieren recoger sus despojos.
Los sectores independientes, las militancias de base, los que no pertenecemos a ninguna tendencia también tenemos el derecho a reclamar nuestro espacio, a participar de las definiciones. No esperemos a que se nos aplique la misma medicina de la exclusión, porque somos la corriente ideológica de los indignados que desde las bases del POLO los que más sufrimos con esta crisis y confrontación de los vanguardismos.
Por fortuna quedamos en el POLO, militantes, sectores, fuerzas y compañeros como Iván Cepeda con comportamientos éticos y políticos que nos hacen soñar con una Renovación y Democratización del POLO.
No vamos al III Congreso del POLO a validar las posturas, equivocaciones y decisiones de los Ejecutivos y Congresistas que le apuestan a colocar al POLO al servicio de la conciliación de clases. Vamos a sumar con los sectores y militancias de base comprometidos con hacer del POLO un Partido de Izquierda.
"Mañana tal vez, tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así, porque no nos animamos a pelear" Mahatma Gandhi
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