Adjuntamos Invitación a la Gran Asamblea de Usuarios de los Servicios Públicos
Manifiesto de los Indignados
Somos todas las personas indignadas. La gente de a pie, desempleada, excluída, las familias que ponen los muertos del conflicto, somos la gente del campo sin tierra, a los que desalojaron de sus tierras. Somos la gente silenciada, la que depende de un trabajo esclavizante y mal pago, la que nunca pudo ejercer su profesión, quienes con los impuestos pagamos los robos y los sueldos de los corruptos, quienes sostenemos a los bancos con nuestros sueldos. Somos quienes aunque gozamos de comodidades también vemos que las cosas están mal y soñamos que un mundo mejor es posible.
Somos los adultos que no recordamos ni un día de nuestras vidas en paz, los jóvenes que sentimos que no tenemos futuro y los padres que tememos por el futuro de nuestros niños. Somos los amenazados y la memoria de quienes murieron por pensar diferente. Somos los que a diario contemplamos frente a la televisión cómo algunos pocos desangran al país.
Creemos que doscientos años de mal gobierno son suficientes y que no podemos seguir en silencio, porque nuestro silencio ha convertido a Colombia en un paraíso de la corrupción, la impunidad y la violencia. Para esto hay que despertar conciencia crítica como el primer paso. Asumir que todos, con nuestra indiferencia, hemos permitido que algunos pocos hagan con el país y con nosotros lo que les venga en gana. Estamos contra un sistema en el que priman los intereses económicos antes que las necesidades de las personas.
Creemos que los responsables de los medios de comunicación y quienes trabajan en ellos aún tienen criterio y don de ciudadanos. Clamamos por su apoyo y el cumplimiento de su responsabilidad social, pues sin ustedes cualquier intento estará condenado al olvido. Asimismo, a los miembros de la fuerza pública, les pedimos que recuerden que debajo del uniforme hay una persona y tras ella una familia y una comunidad. Sabemos que también ustedes cargan el peso de la indignación sobre sus espaldas.
Ha llegado la hora, Los Indignados hemos elegido tomar el destino en nuestras manos. Hemos decidido eliminar de nuestro suelo la corrupción, la inequidad y la violencia. Levantamos nuestra mirada y reclamamos nuestra dignidad.
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