El Jueves pasado se realizo una reunion ampliada del Comite Ejecutivo Municipal de Pasto y por encima del interes del Señor Coordinador que no queria que se adelantara un debate e intercambio de ideas sobre la situacion del Polo a raiz de la exclusion del Partido Comunista, se puso de presente que se pueden realizar debates, intercambio de opiniones en un ambiente de fraternidad y respeto. Tenemos un acumulado esta region de adelantar debates sin señalamientos y el uso de calificativos, eso le ponemos enseñar al pais, e incluso si es necesario hacer divorcios politicos hacerlos de una manera civilizada, de separacion de amigos y de hermanos en la lucha. Esta reunion fue un ejemplo de debate estrictamente argumentativo y de planteamientos, es necesario que ese ejercicio tambien se practique en el Comite Ejecutivo Departamental donde hay panico a realizar lo que se dio en Pasto. Por eso adjunto para la reflexion ese cuento sobre la tolerancia.
Les recuerdo una reflexion que le hizo un campesino al inmolado lider politico Luis Carlos Galan, DR Galan le decia el Campesino, Yo soy Liberal, pero antes de ser liberal soy campesino, y antes que ser campesino soy colombiano y antes que ser colombiano soy humano, por lo tanto no tengo enemigos por ser de otro partido, de otra clase o de nacionTigre negro, venado blanco
Un fabuloso tigre negro que habitaba la selva del Amazonas estaba cansado de dormir a la intemperie. Pensaba casarse muy pronto y, para casarse, hay que tener una casa. Por eso decidió construir una choza con todas las comodidades, a la orilla de un río. Pero no era el único que planeaba construir en ese lugar… Un delicado venado blanco tenía idénticos propósitos, ignorante de que por allí andaba una de sus mayores amenazas.Una mañana, antes de que saliera el sol, el venado comenzó a preparar el terreno para construir y salió de paseo. En ese momento llegó el tigre, quien se sorprendió al ver que la superficie estaba lista y despejada para fincar. "Con seguridad Tulpa, el misterioso dios de la selva, ha venido a ayudarme", pensó, y comenzó a trabajar con unos troncos que ya estaban cortados. Horas después, ya exhausto, se alejó de allí para descansar.
Al amanecer siguiente llegó de nuevo el venado y al hallar tan avanzada la obra también creyó que el enigmático Tulpa le había prestado ayuda. Le puso techo a la choza, la separó en dos habitaciones, y se puso a vivir en una de ellas. Por su parte, el tigre negro llegó más tarde y al ver la choza terminada, se instaló en la habitación situada junto al dormitorio del venado. Así transcurrió la noche. Ambos despertaron con sed y, al dirigirse al río para beber, se encontraron frente a frente y comprendieron lo que había ocurrido.
"Bueno", dijo el venado, "esto ocurrió porque Tulpa quiere que vivamos juntos, ¡qué raro! ¿verdad? Y como todavía somos solteros podemos compartir esta choza ¿qué te parece?". El tigre respondió: "Está bueno. Podemos dividirnos las tareas. Hoy a mí me toca ir por la comida." El tigre salió de cacería y regresó cargando ¡el cuerpo de un venado rojo! Al entregárselo al venado blanco éste lo preparó, pero no probó bocado y aquella noche no durmió pensando en que el tigre podría devorarlo.
Al día siguiente tocó al venado salir a buscar la comida. Halló un tigre más grande que su compañero y, con la ayuda del oso hormiguero, lo capturó y lo llevó a casa. "Mira", le dijo al tigre negro, "aquí está la comida". El tigre negro cocinó la carne, pero no la probó. Cuando oscureció tanto el tigre como el venado temblaban pensando en el ataque del vecino. Accidentalmente el venado golpeó la pared de su cuarto. El tigre reaccionó con un rugido. Ambos creyeron que la guerra había comenzado y salieron huyendo. La choza quedó abandonada y fue ocupada por un grupo de monos.
En la noche, otra vez a la intemperie, el tigre negro pensaba "¡Tan sencillo que hubiera sido conversar y ponernos de acuerdo, ahora que yo estaba pensando volverme vegetariano!" El venado blanco, vagando bajo la lluvia también reflexionaba: "extraño al tigre. Hubiera sido increíble vivir juntos y reunir a nuestras familias… Ahora tendremos que empezar de cero".
—Adaptación de la leyenda guaraní del mismo nombre incluida por Ciro Alegría en el libro Leyendas y fábulas latinoamericanas
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